
Es bueno tener un arma ante situaciones extremas sólo si se tiene el entrenamiento apropiado y se sabe cómo y cuándo usarla. Se debe tener la certeza de que, llegado el caso, se la usará. Quien tiene un arma, o la usa bien o se convierte en su propia víctima. Es obligatorio tener el arma registrada. También, verificar la correcta guarda del arma en el hogar, especialmente para que esté lejos del alcance de niños y adolescentes que pudieran querer tomar el arma por curiosidad o diversión. Quien no esté habilitado para portar armas debe transportarla con el cargador y las municiones separados del cuerpo principal del arma.