Una señora estaba compartiendo con varias personas un encuentro en una confitería muy bonita del centro de la ciudad.
Se le acercó una mujer de buen porte, bien vestida.
Llegó nerviosa diciendo que le acababan de robar el auto y que había dejado su celular adentro, y les pidió si alguien le podía prestar uno para hablarle a su marido para que vinieran a buscarla.
Esta señora le prestó el suyo y la mujer se alejó un poco de la mesa a hacer la llamada.
Un rato después volvió muy agradecida se lo devolvió y se fue a la vereda a esperar al marido.
Pasado un rato, la mujer volvió a entrar y le pidió de nuevo el teléfono, diciendo que el marido no llegaba y que capaz se había equivocado de lugar, y se volvió a alejar para llamar.
Volvió, devolvió el teléfono y se fue.... hasta aquí todo normal.
Cuando la señora llegó a su casa, todos estaban muy angustiados llorando por ella.
Resulta que habían llamado a su casa diciendo que la tenían secuestrada y que la prueba era que estaban llamando desde su celular, les dieron la descripción de cómo era y cómo estaba vestida ...
En la primera llamada acordaron realizar la transacción de 25 mil pesos a tal cuenta y la segunda fue para confirmar que todo se había realizado bien. Fácil y rápido. ¿ves?
No dejes que te pase:
NO prestes tu celular a ningún desconocido, en ningún lugar y por ningún motivo.
Y si lo pierdes o te lo roban, denúncialo de inmediato a tu compañía celular, ya que si dejas pasar tiempo quizás sucedan cosas que podrías lamentar.
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